Flan de Verano Sin Horno y Muy Cremoso
Este flan de verano es el postre perfecto para los días calurosos. Se prepara sin horno, con pocos ingredientes, y queda súper cremoso y refrescante. Además, puedes prepararlo con antelación y disfrutarlo bien frío en cualquier momento.
VIDEO RECETA FLAN DE VERANO PASO A PASO
INGREDIENTES FLAN DE VERANO
Cantidades Flan 1/2 Litro (4 personas)
1/2 Litro de Leche (Ent. / Semi.)
150 gr. Leche Condensada
50 gr. Almidón Maíz (Maicena)
Piel de 1 Limón
2 Cucharadas Azúcar (Caramelo)
1 Cucharita Esencia Vainilla
1 Pellizco de Sal

ELABORACIÓN FLAN
Preparar el caramelo
En una sartén antiadherente bien limpia, vierte media taza de agua y añade dos cucharadas de azúcar para medio litro de leche que usarás en el flan. Cocina a fuego medio hasta que el azúcar se convierta en un caramelo rubio. Con mucho cuidado, vierte el caramelo en el molde, inclinándolo para que cubra bien las paredes y quede caramelizado por todas partes.
Preparar la crema del flan
En un bol, mezcla la leche condensada con la leche semidesnatada. Añade también el almidón de maíz, una pizca de sal para potenciar el sabor, una cucharadita de esencia de vainilla y la piel de limón previamente lavada. Remueve bien todos los ingredientes en frío antes de llevarlo al fuego.
Cocinar la mezcla
Lleva la mezcla a fuego medio, removiendo constantemente para evitar grumos. Cuando empiece a espesar, retira del fuego y remueve enérgicamente para conseguir una textura cremosa sin grumos. Pasa la mezcla por un colador para obtener una textura aún más suave.
Verter en el molde y enfriar
Vierte la crema en el molde caramelizado. Deja que enfríe a temperatura ambiente y luego cúbrelo con papel film o papel transparente. Refrigera durante al menos una hora, aunque lo ideal son dos horas para que esté bien firme y fácil de desmoldar.
Desmoldar y servir
Para desmoldar, pasa un cuchillito por los bordes del molde para soltarlo. Coloca un plato invertido sobre el molde y da la vuelta suavemente. ¡Y listo! Ya tienes tu flan cremoso, muy fresquito y sin complicaciones.

¡Perfecto para disfrutar después de una comida ligera o como postre en cualquier momento del verano! Es muy fácil de preparar, no lleva huevos ni horno, y su textura cremosa te encantará desde el primer bocado.