Pastel Frío de Espinacas Queso y Salmón Ahumado
Pastel Frío de Espinacas Queso y Salmón Ahumado
¿Buscas una receta que puedas preparar con antelación, llevar a cualquier sitio y que sea súper sencilla? Este pastel frío de espinacas, queso y salmón ahumado es justo lo que necesitas. Con solo unos ingredientes básicos, te sale un plato espectacular, ideal para el fin de semana o para sorprender en una comida informal. Además, ¡es tan fácil que cualquiera puede hacerlo!
(4 – 5 personas)
5 Huevos medianos
120 gr. Espinacas limpias
150 gr. Salmón Ahumado lonchas
150 gr Queso Crema
1 Diente Ajo
2 Guindillas (opcional)
3 Cucharadas Aceite de Oliva
Sal y Pimienta
Pon una sartén con un buen chorrete de aceite de oliva y añade un diente de ajo machacado y una guindilla cayena para darle gracia. Cuando el ajo huela a gloria, incorpora las espinacas limpias (puedes usar congeladas, solo asegúrate de que pierdan humedad). Cocina 4-5 minutos con un pellizco de sal hasta que se reduzcan bastante. Mientras tanto, en un bol, casca los huevos, añade sal y pimienta al gusto y bátelos ligeramente.
Retira el ajo y las guindillas de la sartén. Pica finamente las guindillas si quieres darle un toque picante. Añade las espinacas cocidas al bol con los huevos batidos y mezcla bien. Vuelve a poner la sartén con un poquito más de aceite y vierte la mezcla para hacer una tortilla de espinacas a fuego lento. Cuando cuaje por abajo, dale la vuelta con cuidado usando un plato o papel de hornear para facilitar el proceso. Cocina unos minutos más hasta que esté bien cuajada.
Una vez lista, colócala sobre papel de hornear.
Cuando esté fría, extiende generosamente queso crema por toda la superficie de la tortilla. Coloca lonchas de salmón ahumado encima (con arte y todo). Enrolla cuidadosamente como si fuera un brazo de gitano o sushi usando el papel para prensar bien el relleno. Presiona suavemente para que quede compacto.
Envuelve el rollo en papel film o papel de hornear y mételo en el frigorífico unas horas para que coja cuerpo. Esto hará que sea más fácil cortarlo en rodajas perfectas.
Al momento de servir, corta rodajas finas del pastel frío. Puedes decorarlo con un poco más de queso crema en manga pastelera o simplemente presentarlo tal cual. Añade unos cherries o perejil fresco si quieres darle un toque bonito y colorido.
¡Y listo! Solo queda disfrutar de esta maravilla fría que combina sabores frescos, saludables y muy apetecibles. Perfecto para cualquier ocasión donde quieras sorprender sin complicarte demasiado. ¡Anímate a prepararlo este fin de semana!
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