Cocer los huevos.
Hierve agua con una cucharada generosa de sal y cocina los huevos durante 10 minutos. Enfríalos en agua fría para que se pelen sin sufrir.
Separar claras y yemas.
Pela los huevos, pártelos a la mitad y coloca las yemas en un bol. Las claras déjalas listas en un plato boca arriba para rellenar después.
Preparar el relleno.
Chafa las yemas con un tenedor. Añade pepinillos y otros encurtidos picados finos, la mitad del salmón ahumado picadito, una cucharada de mayonesa, una cucharadita de mostaza fuerte, un chorrito de limón y una rascada de pimienta. Mezcla y prueba para ajustar.
Rellenar los huevos.
Con paciencia y alegría navideña, coloca el relleno en cada media clara hasta dejarlas bien hermosas.
Hacer la mousse de salmón.
Tritura el salmón restante con dos cucharadas colmadas de queso crema tipo Philadelphia y un chorrito de aceite de oliva. Te quedará una mousse suave y potente.
Decorar.
Pon la mousse en una manga con boquilla rizada y decora cada huevo. Pica finito un poco de salmón y mézclalo con unas gotas de aceite para que queden “perlas” económicas. Espolvorea encima.
Toque final.
Añade cebollino fresco picado para un contraste de color y sabor. Y ahora sí: listos para la mesa y para disfrutar.
Truco de Guille
Si quieres que la mousse quede todavía más ligera, añade una cucharadita de yogur natural. Le da suavidad sin robar sabor al salmón.
Variantes
Sin salmón: sustituye el salmón por atún y usa pimentón para dar un toque festivo.
Más suave: elimina la mostaza y añade un poco más de mayonesa.