Pimientos Rellenos de Merluza y Gambas en Solo 30 Minutos
Pimientos Rellenos de Merluza y Gambas en Solo 30 Minutos
¿Quieres sorprender a todos en la comida del domingo con un plato que parece de restaurante pero que en realidad se hace en un abrir y cerrar de ojos?
Pues hoy te voy a enseñar cómo preparar unos pimientos rellenos de pescado y gambones que dejarán a todos flipando. Además, con solo tres ingredientes principales, ¡esto es lo más fácil y económico que vas a ver! Prepárate para disfrutar cocinando poco y disfrutando mucho.
(Para 4 personas)
700 gr. Pescado Blanco limpio (uso Merluza)
22 Gambones
20 gr. Harina Trigo
1 Cucharada Tomate Frito
400 ml. Agua o Fumet
2 Dientes Ajo
1 Guindilla Cayena
Sal y Pimienta
* Perejil para decorar
Primero, pelamos los gambones y reservamos las cabezas y cáscaras para hacer una salsa o caldo delicioso. Limpiamos los cuerpos quitándoles el intestino y los picamos en trocitos pequeños. Reserva unos gambones más grandes para decorar al final. (Si tienes un robot de cocina, mejor aún: pica el pescado y las Gambas juntas sin pasarte para que quede jugoso.)
Luego, cortamos la merluza en daditos o tiras finas. Todo esto lo mezclamos en un bol grande.
En una sartén con abundante aceite de oliva, añadimos dos dientes de ajo picados (sí, solo dos), una guindilla pequeña si te gusta el toque picante y dejamos que se sofrían unos segundos. Cuando el ajo empiece a oler genial, incorporamos el pescado y los gambones picados. Añadimos sal y pimienta al gusto.
En solo unos minutos (unos 3 minutos), nuestro relleno estará listo: jugoso, sabroso y perfecto para rellenar los pimientos. ¡Y qué aroma!
Mientras tanto, preparamos una salsa express con las cabezas y cáscaras de gambón que habíamos reservado. En una cazuela con aceite caliente, freímos las cabezas hasta que estén doraditas. Añadimos media cucharada de harina para espesar la salsa (que quede bien frita para evitar sabor a crudo). Después, incorporamos unos pimientos del piquillo (2 o 3) aprovecha para usar los rotos o más feúchos , una cucharada de tomate frito y dos vasos de agua (unos 400 ml). Dejamos hervir unos 5 minutos.
Luego, pasamos toda esa mezcla por la batidora hasta obtener una salsa fina. La colamos por un colador apretando bien con una cuchara para aprovechar toda la sustancia deliciosa. La volvemos a poner a hervir unos minutos más para que espese ligeramente y tb. para esterilizarla; ajustamos de sal.
Con el relleno ya frío (esto es importante), añadimos unas cucharadas generosas de la salsa que acabamos de preparar y mezclamos para ligar todo bien. Con las manos limpias, rellenamos cada pimiento del piquillo con esta mezcla jugosa y sabrosa. Los colocamos en un plato o bandeja apta para calentar después.
Puedes dejar los pimientos rellenos preparados con antelación; solo tendrás que calentarlos cuando llegue el momento. Puedes hacerlo en microondas, horno o incluso en la sartén con un poquito más de salsa caliente y bañarlos en su propia salsa para calentarlos.
Para darle un toque final espectacular, salteamos los gambones reservados en una sartén muy caliente con sal, pimienta y unas gotas de aceite durante un minuto. Luego los colocamos encima de cada pimiento relleno decorando con perejil fresco picado.
Sirve estos pimientos rellenos acompañados con su salsita caliente por encima y las gambas doraditas como toque final. ¡El resultado es un plato espectacular digno del mejor restaurante pero hecho en casa!
Mi consejo personal: prepara todo antes si quieres tenerlo listo para calentar justo antes de comer; así mantendrás ese toque casero pero sin prisas ni estrés. Además, si quieres variar el sabor puedes añadirle un poquito de vino blanco a la salsa o usar caldo de pescado casero para potenciar aún más su sabor.
Un buen pan crujiente o unas patatas asadas son ideales para completar este plato delicioso. Y si quieres algo refrescante, una copa de vino blanco frío será tu mejor aliado.
Los pimientos del piquillo son originarios del norte de España — ¡y tienen siglos de historia! Su sabor dulce e intenso los hace perfectos para rellenar y acompañar cualquier plato elegante pero sencillo como este.
Y recuerda amig@: cocinar poco no significa sacrificar sabor ni calidad; solo hay que saber cómo hacerlo bien 😉 ¡A disfrutar cocinando!
Guille
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